En el último de los vídeos propuestos en la tema de neurodidáctica, Francisco Mora, catedrático de fisiología humana de la Universidad Complutense de Madrid, habla de su nuevo libro: "Neuroeducación, solo se puede aprender aquello que se ama". Al igual que en los dos vídeos anteriores, el centro de todo lo que dice reside en la emoción, no hay aprendizaje sin emoción.
Pero empecemos desde el principio de la entrevista, donde en un tono más formal que los que ya hemos visto, nos dice lo importante que es detectar casos de déficits en el aprendizaje en los primeros años de vida, ya que si se detectan pronto se podrá hacer una intervención temprana y podemos evitar que haya que tratar a ese niño con los fármacos tan potentes que se utilizan en estos casos. Habla de trastornos tales como el TDAH o la dislexia. Él propone ciertos tests o pruebas que se les pueden realizar a estos niños como intervención temprana, con los que se pude modular su cerebro en pocas semanas y corregir estos trastornos.
Posteriormente, Francisco pasa ya a hablarnos de la emoción, la cual es fundamental para poder enseñar. Hay que crear una curiosidad para poder aprender, en un niño o en cualquier persona, esa curiosidad va a jugar un papel crucial, porque si genero curiosidad, se abre la atención y voy a aprender y a memorizar. No tenemos que decirle a un chico: "oye fulanito, préstame atención" porque no lo hará, sino que nos tiene que atender porque hemos despertado en él una curiosidad. Así se han conseguido frases de chicos que dicen "este tío ha hecho que algo que a mí me parecía aburrido,me lo ha hecho interesante".
Por último, Mora habla de que la educación en la adolescencia está mal enfocada, por eso se produce un apagón emocional, a los chavales no les interesa lo que aprenden y por eso mismo no lo aprenden, así que hay que volver al punto anterior, hay que generar en esos chavales curiosidad por las cosas de manera que sean ellos mismos las que quieran aprender, se motiven, se emocionen. Tenemos que darles el alimento que necesitan.
En definitiva Francisco Mora tiene claro que los ingredientes para poder aprender son como siempre la emoción y la motivación. Que la emoción por parte del profesorado genere la motivación en el alumno.
